sábado, 18 de julio de 2009

NO MAS PUEBLO NUEVO

Personalmente,


estoy harto de la intromisión de "Pueblo Nuevo" en la cultura y la política ecuatoriana, sobre todo en Quito. Han sabido enquistarse en el poder y ya es hora de que salgan: ya no más Galo Mora, Miguel Mora, Leonardo Cárdenas y sobre todo Julio Bueno en altos cargos directivos de la cultura nacional. No solo que han destrozado la música de Julio Jaramillo con sus gritos, sino que han creado un círculo de poder que impide el acceso a otros actores, que limita la producción nacional y por lo mismo, impide el desarrollo progresivo y equitativo del arte.


No se hasta cuándo la sociedad y sobre todo los y las artistas de Quito, vamos a seguir soportando esta situación. Es una desgracia socarronamente aceptada por mucha gente, entre ellos muchos intelectuales, esto del "amigismo", del "compadrazgo" , de "quien no tiene padrinos no se bautiza" y "ahora que estás en la dirección pasarásme algunos contratos ñañito que yo te acolito con unas presentaciones" , "¡buenazo! Toma no más este contrato y hasta te presto los equipos".


Pueblo Nuevo y su actitud "oficialista- oportunista" , es un arte decadente de una época en que la confrontación política izquierda-derecha se presentaba más radical que ahora. Y en ese entonces tenían una posición débil, "peque bu", como se les solía decir a todos los LN y con esto me refiero a la pequeña burguesía que sentía simpatía por el arte latinoamericano. El LN fue un movimiento que no prosperó sino en la social democracia. Por lo tanto, nunca tuvo un contacto real con el proletariado, más que en sus imaginaciones. Su pertenencia de clase no se lo permitía y menos aún en esta época, porque Pueblo Nuevo nunca fue un grupo que se las jugó, pero que si se acomodó. Ahora esta gente, aprovecha el concepto manoseado de que cayó el muro de Berlín y con él las ideologías. Sin embargo, a vista de ingenuos, parece un grupo "clásico" de la izquierda revolucionaria. Pero no, más saben de marketing que de marxismo y su incidencia ha sido negativamente patriotera en el imaginario ecuatoriano.


Hay que sacar a la cultura "Pueblo Nuevo" del escenario, hay que romperle sus lazos de poder y hay que erradicar su manera de negociar arte con intereses egoístas, porque ya son un impedimento para el progreso de la diversidad cultural ecuatoriana. Hay que dar paso a nuevos criterios, a nuevos procesos, a nuevos creativos y creativas, aquellas personas que mantienen vivo el fuego de la vanguardia, llevando al pensamiento más allá del miedo reaccionario, muchas veces desde una situación marginal, en búsqueda de una profunda revolución en nuestra sociedad, de un ascenso del ser humano.



Rodrigo Ponce